
domingo, 30 de octubre de 2016
Es una actitud ante la vida: puedo ganar y los demás también, y es básico para convivir bien. Se basa en creer que somos todos iguales. En las relaciones con los demás no se trata de ganarles, sino de ganar en la relación. El autor asemeja el impulso por vencer a los demás a un tótem, a una medida, en la que solo importa tener la mayor parte, de lo que sea. Aunque nos han educado para pensar en términos de competición (sobre todo en países occidentales), se deben evitar estos comportamientos


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